Podemos definir un ataque de ansiedad como una sensación intensa de miedo o malestar, que consiste en una serie de síntomas físicos que pueden ser extremadamente diversos.
Podríamos decir que el término ataque de ansiedad es sinónimo a una crisis de pánico, crisis de angustia o crisis de ansiedad.
Para que puedas entender la importancia de una crisis de ansiedad, muchas personas llegan a pensar que están sufriendo un ataque cardiaco.
Es de vital importancia que entendamos que, aunque es una sensación que resulta muy desagradable, no es peligrosa siempre y cuando entendamos que podemos manejar nuestras emociones con una serie de herramientas a través de las cuales conseguiremos superar estos ataques de ansiedad.
En la Clínica Toraño Palacio, queremos ayudarte a entender que le sucede al cuerpo en un ataque de ansiedad y por qué se producen estas crisis. Este es el primer paso, junto con la terapia, para que juntos consigamos superar estos episodios.
Síntomas del ataque de ansiedad
El trastorno de ansiedad y sus síntomas pueden manifestarse de formas muy distintas. Es necesario que entendamos que la crisis de ansiedad se produce de forma súbita y que, en tan solo unos pocos minutos, alcanza su pico de máxima intensidad.
A continuación, vamos a enumerar los diferentes síntomas de una crisis de ansiedad:
- aceleración del ritmo cardiaco o sensación de palpitaciones (el corazón nos late más fuerte y rápido)
- dificultad para respirar o tener sensación de ahogo (puede recordarnos a un ataque de asma)
- presión en el pecho (hay personas que pueden pensar que están sufriendo un ataque al corazón)
- dolores de cabeza
- molestias gastrointestinales y náuseas
- mareos, inestabilidad, desmayo o sensación de aturdimiento
- sudoración, sofocaciones o escalofríos
- parestesias (sensación de hormigueos o entumecimiento en manos, cara…)
- temblores
- sensación de atragantamiento
- llantos incontrolables
- miedo a perder el control e incluso puede presentarse miedo a morir
- despersonalización (sensación de sentirse fuera de uno mismo) y desrealización (sensación de extrañeza o irrealidad)
Todos estos síntomas pueden ayudarte a entender cómo es un ataque de ansiedad.
Además, es necesario tener en cuenta que cuando estas crisis se producen con cierta recurrencia en un periodo de tiempo acotado, pueden derivar en trastornos de pánico o trastornos de angustia.
Es por ello que acudir a terapia te ayudará a aplicar herramientas con el objetivo de cambiar tu conducta y poder superar así un trastorno de ansiedad.
Causas de un ataque de ansiedad
Normalmente, cuando sufrimos un ataque de ansiedad tendemos a buscar la causa en el hecho anterior al momento de la crisis, pero la causa generalmente no se encuentra ahí.
La respuesta a cómo empieza un ataque de ansiedad es con una situación concreta que actúa como desencadenante, pero seguramente es nuestro subconsciente el que se encuentra en alerta y se «dispara», pero dicha situación, a buen seguro, no es la cauda definitica del problema.
Generalmente, detrás de los ataques de ansiedad siempre hay alguna circunstancia que se escapa de nuestro control, ya sea consciente o inconsciente, y a la que no podemos hacer frente con los recursos que tenemos.
Gracias a los tratamientos piscológicos conseguimos ayudar a los pacientes a encontrar el origen del problema y establecer estrategias y herramienta para controlar los trastornos de ansiedad desde la confianza y la seguridad, haciendo frente a esta enfermedad sin miedos.
Causas comunes de una crisis de ansiedad
Una vez que hemos entendido en qué consiste un ataque de ansiedad, así como los síntomas más comunes que acarrea, vamos a ver una serie de causas comunes por las que puede producir una crisis de ansiedad:
- Factores relacionados con enfermedades físicas
- Factores relacionados con otros trastornos psicológicos, situaciones traumáticas, etc…
- Factores sociales: relaciones sociales, problemas familiares, de pareja…
- Factores del entorno, como pueden ser una crisis económica, una situación de pandemia, una guerra…
- Tener algún tipo de adicciones: a las drogas, nuevas tecnologías, al juego…
- Acumular periodos de estrés que se prolonguen en el tiempo
- La hipocondría, el miedo o la hipervigilancia pueden disparar los niveles de ansiedad
- Vivir periodos de alta carga emocional.
- Llevar una vida poco organizada, poco activa y poco saludable.
Estas son algunas de las causas que pueden afectarnos y llevarnos a sufrir un trastorno de ansiedad. Sin lugar a dudas, puede haber más factores pero lo importante es aprender a identificarlos.
