Adicción a los videojuegos: síntomas, efectos y tratamiento

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No todas las dependencias necesariamente están relacionadas con el uso de sustancias tóxicas como el alcohol o las drogas. Existen también adicciones de tipo comportamental, las cuales están ligadas a la ejecución de ciertas acciones en un contexto específico. En estas situaciones, la persona pierde el control sobre su comportamiento en respuesta a una conducta particular. Uno de los ejemplos de estas adicciones comportamentales es la dependencia de los videojuegos.

Similarmente a otras formas de adicción, la obsesión con los videojuegos conlleva a la generación de una necesidad compulsiva y puede resultar en síndrome de abstinencia. Esto puede tener un impacto significativo en la rutina diaria de la persona afectada. Con frecuencia, la abstención de esta actividad puede llevar a niveles elevados de estrés, intensa ansiedad e incluso trastornos relacionados con la alimentación y el sueño.

¿Qué es la adicción a los videojuegos?

Una adicción surge cuando una persona requiere un estímulo específico para experimentar una sensación de bienestar, lo que resulta en una dependencia mental y física hacia dicho estímulo. En el contexto de la adicción a los videojuegos, este estímulo se encuentra en los propios juegos, que se juegan en computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes.

En esencia, los videojuegos no son intrínsecamente dañinos. Sin embargo, es crucial que los juegos sean apropiados para la etapa de desarrollo de cada niño, evitando aquellos que contengan violencia. El desafío no reside en los videojuegos en sí, sino en la manera en que cada niño establece su relación con ellos.

La adicción a los videojuegos se manifiesta como un patrón de comportamiento y pensamiento, en el cual la calidad de vida y la autonomía de la persona se ven restringidas debido a la necesidad de dedicar una cantidad considerable de tiempo a participar en estas formas de entretenimiento digital.

Síntomas de adicción en adolescentes

Dentro de las adicciones que afectan a los adolescentes, la adicción a los videojuegos ocupa un lugar destacado. Aunque la detección y diagnóstico de cualquier tipo de adicción debe ser llevado a cabo por un profesional de la psicología, podemos identificar ciertos signos de adicción a los videojuegos que pueden ayudarnos a reconocer si estamos frente a un caso de esta naturaleza en adolescentes:

  • Jugar a videojuegos de forma ininterrumpida durante más de 4 horas durante varios días seguidos.
  • Aislamiento social: sustituir el tiempo con amigos por un mayor compromiso con los videojuegos, lo cual lleva a una falta de comunicación debido al aislamiento físico y a la inclinación hacia fantasías.
  • Sentir un deseo constante de volver a jugar y tener pensamientos recurrentes sobre los videojuegos varias veces al día, incluso mientras se realizan otras actividades como comer, trabajar o vestirse. Fantasear con partidas pasadas o futuras también es común.
  • Priorizar los videojuegos al punto de descuidar otros intereses y actividades, dedicando muchas horas diarias a los juegos y relegando otras formas de entretenimiento.
  • Impaciencia por regresar al juego, incluso interrumpiendo conversaciones para volver a la pantalla.
  • Reaccionar exageradamente con irritación si se interrumpe una partida o se imponen restricciones horarias, llegando a tener berrinches y pataletas si la sesión termina en contra de la voluntad del jugador, lo que resulta en la pérdida de control.
  • Cambios abruptos de humor.
  • Desconexión de la realidad: el adolescente se sumerge tanto en el juego que no interactúa ni presta atención cuando se le llama.
  • Tensión excesiva mientras juega, manifestada en apretar la mandíbula, tensión corporal, manos blancas, gritos o lanzamiento de objetos.
  • Cambios en los hábitos alimenticios, como falta de apetito generalizada, comidas a deshoras o fluctuaciones significativas de peso.
  • Evidencia de problemas escolares: el juego toma prioridad en la mente del adolescente y comienza a descuidar sus responsabilidades académicas.

No es necesario presentar todos estos síntomas para considerar la posibilidad de una adicción a los videojuegos. Del mismo modo, la existencia de uno solo de estos síntomas indica que la persona podría tener una relación dependiente con el entretenimiento electrónico.

Los videojuegos pueden ser un pasatiempo

Los videojuegos tienen una función de entretenimiento, brindando una manera de aprovechar el tiempo libre. Destinar un momento del día para jugar no necesariamente debe ser motivo de inquietud. Sin embargo, las preocupaciones surgen cuando esto se transforma en una prioridad que desplaza otras responsabilidades, llegando al punto de relegar actividades más significativas en favor de estar frente a la computadora o la consola de juegos. En otras palabras, la preocupación surge cuando el juego adquiere primacía y se coloca por encima de otras acciones cruciales como interactuar con amigos, compartir momentos en familia o completar tareas escolares.

Adicción a los videojuegos en adultos

La adicción a los videojuegos no se limita únicamente a niños y adolescentes; un considerable número de adultos también se involucra en este tipo de entretenimiento y podría verse atrapado en una adicción. Esto ocurre cuando no manejan adecuadamente su tiempo, sacrifican el sueño para jugar y experimentan consecuencias negativas en sus hogares, trabajos o relaciones familiares debido a su hábito de juego.

Síntomas de la adicción a los videojuegos en adultos

Para identificar adecuadamente la adicción a los videojuegos en adultos, además de los síntomas previamente mencionados, es necesario considerar aquellos ya señalados en la sección referente a la adicción a los videojuegos en adolescentes:

  • Incapacidad para regular el tiempo de juego: A pesar de tener consciencia de la necesidad de detenerse en un momento determinado, la persona no puede hacerlo debido a una pérdida de control sobre sus impulsos. El placer generado por las hormonas liberadas durante el juego prevalece.
  • Juego en detrimento del sueño: Aunque las necesidades de sueño varían, cruzar ciertos límites, como sacrificar horas de sueño para jugar o alterar patrones de sueño para ajustarlos al juego, puede ser una señal de alerta. Ignorar el sueño afecta la salud mental y física, impactando en el trabajo y las responsabilidades familiares.
  • Persistencia a pesar de las consecuencias negativas: A pesar de afectar relaciones, trabajo y salud física y mental, la persona sigue priorizando el juego y es incapaz de dejarlo.
  • Priorización del gasto en videojuegos sobre necesidades esenciales (alquiler, facturas, etc.).
  • Explosiones de ira si una partida termina en contra de su voluntad.

Esta dependencia no solo se manifiesta en un intenso deseo de iniciar partidas en cualquier momento, sino también en la dificultad para finalizarlas. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la adicción a los videojuegos como un trastorno psicológico, especificado en la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) como «Trastorno por videojuegos».

Cualquier situación que interrumpa o retrase una sesión de juego puede provocar una gran irritabilidad y frustración, llevando al aislamiento, la falta de comunicación e incluso conflictos.

Causas

Ahora que hemos visto varios indicadores para identificar una adicción a los videojuegos, a continuación, veremos posibles causas de esta adicción:

  • Estilo de vida solitario y falta de otras formas de estímulo.
  • Problemas en el entorno familiar o escolar, que pueden impulsar la búsqueda de evasión y la inmersión en realidades imaginarias.
  • Dificultades en el desarrollo de relaciones sociales, posiblemente debido a la incomodidad con la apariencia física o la falta de motivación para enfrentar desafíos profesionales o académicos.
  • Predisposición genética hacia patrones adictivos.
  • Reticencia a un único círculo social, donde los videojuegos representan la principal fuente de entretenimiento.
  • Participación en contextos competitivos, especialmente en juegos en línea con múltiples jugadores.

Además, los videojuegos presentan una diversidad de estímulos y desafíos que pueden contribuir a la generación de dependencia:

    • Proporcionan oportunidades para obtener reconocimiento, ya sea a través de aumentar niveles, personalizar personajes o acumular victorias.
    • Ofrecen un alcance expandible: a medida que se desbloquean nuevas etapas y se progresa en el juego, se pueden descubrir mundos adicionales.
  • Minimizan el riesgo: en contraste con el mundo real, los videojuegos reducen significativamente el peligro de vergüenza, lesiones físicas o el temor a no volver a intentarlo.

Test de adicción

Si tienes incertidumbres acerca de si tú o alguno de tus hijos podría estar lidiando con un problema de adicción a los videojuegos, puedes considerar responder a este cuestionario de manera orientativa. Si la mayoría de tus respuestas son positivas, es recomendable buscar el apoyo de un profesional de la psicología. Este especialista podrá evaluar la situación y sugerir el tratamiento más adecuado.

Test de adicción a los videojuegos

  1. ¿Con frecuencia excedes el tiempo que tenías planeado para jugar?
  2. ¿Suele ser que tus relaciones sociales se limitan mayormente a personas que conoces a través de foros de videojuegos?
  3. ¿Es habitual que las personas a tu alrededor te hagan comentarios sobre la cantidad de tiempo que dedicas a jugar?
  4. ¿Tu rendimiento académico o laboral se ve afectado debido a la cantidad excesiva de tiempo que dedicas a los videojuegos?
  5. ¿Te vuelves más reservado cuando te preguntan cómo pasas tu tiempo libre?
  6. ¿Utilizas actividades relacionadas con videojuegos como una forma de evadirte de los problemas en tu vida real?
  7. ¿Frecuentemente te encuentras pensando en tu próximo paso en un videojuego?
  8. ¿Sientes temor de que tu vida carezca de emoción o significado sin los videojuegos?
  9. ¿Te sientes irritado si alguien interrumpe tu juego?
  10. ¿Con qué regularidad sacrificas horas de sueño en favor de actividades relacionadas con videojuegos?
  11. ¿En medio de tus actividades diarias, te sorprendes pensando en temas relacionados con videojuegos?
  12. ¿Alguna vez has pospuesto apagar tu computadora o consola diciendo «solo unos minutos más»?
  13. ¿Has intentado reducir el tiempo que pasas jugando y no has tenido éxito?
  14. ¿Tratas de ocultar cuánto tiempo realmente pasas jugando ante otras personas?
  15. ¿Prefieres invertir más tiempo con amigos virtuales, jugando en línea o participando en foros de videojuegos que con tus amigos en persona?
  16. ¿Experimentas ansiedad, nerviosismo, tristeza o aburrimiento cuando no estás jugando?

Tratamiento de la adicción a los videojuegos

Para abordar adecuadamente la adicción a los videojuegos, es esencial seguir una serie de pasos específicos, que describo a continuación:

  • Identificar y reconocer la dependencia a los videojuegos: Frecuentemente, tanto la persona afectada por la adicción a los videojuegos como las personas que la rodean pueden no ser capaces de identificar el problema en sus etapas iniciales. Es cuando las primeras repercusiones significativas comienzan a manifestarse que surge la consideración de la existencia real de un problema.
  • Analizar la naturaleza de esta adicción y especificar qué factores son la consecuencia del problema: La adicción a los videojuegos no tiene una única causa, como hemos observado previamente. A veces, surge como resultado de carencias sociales, familiares u otras, donde la adicción a la computadora o la consola representa solo la manifestación más evidente, no el origen real del problema. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario, en el cual la adicción impacta en otros aspectos de la vida. En este contexto, el orden de los factores efectivamente puede influir en el resultado.
  • Controlar y limitar la frecuencia con la que se juega y sustituir por otras actividades: Como vimos previamente, jugar a videojuegos no necesariamente conduce a la adicción. Utilizar estas herramientas de entretenimiento de manera responsable, como un pasatiempo, debe ser para disfrute y dentro de ciertos límites adecuados.

Cuando percibimos que los videojuegos en computadora o consola están alterando nuestras rutinas y existe la posibilidad de estar desarrollando una adicción a los mismos, es importante establecer restricciones en el tiempo dedicado a ellos y explorar otras actividades.

Realizar una terapia de deshabituación de videojuegos

La opción más aconsejable para abordar situaciones de adicciones comportamentales es buscar la asistencia de profesionales en psicología. Un enfoque de tratamiento respaldado por una sólida base científica es la terapia cognitivo-conductual, utilizada para tratar una variedad de trastornos psicológicos, incluyendo los problemas de adicción.

El propósito de la terapia cognitivo-conductual es equipar a la persona con herramientas que le permitan pensar, comportarse y reaccionar de manera adecuada ante situaciones estresantes que podrían resultar en una recaída. Los psicólogos emplean técnicas como:

  • Reestructuración cognitiva, para cuestionar las creencias que mantienen la dependencia hacia los videojuegos.
  • Fortalecimiento de la autoestima y la confianza en uno mismo, para no descartar la posibilidad de adoptar un estilo de vida más saludable.
  • Establecimiento de una estructura diaria que evite la presencia de los videojuegos.
  • Establecimiento de un sistema de recompensas para reconocer los avances logrados.
  • Entrenamiento en nuevas formas de interactuar con el entorno, evitando los videojuegos al menos durante el proceso de recuperación.
  • Exploración de nuevas aficiones gratificantes y significativas, fomentando la socialización y la participación en contextos distintos de las partidas de videojuegos constantes.

Es fundamental recordar que podemos disfrutar de los videojuegos de manera responsable, utilizándolos como una forma de entretenimiento, sin permitir que alteren nuestra vida de manera negativa.

Nerea Gutiérrez

Soy psicóloga general sanitaria por la Universidad Europea. Cuento con una amplia experiencia en evaluación e intervención tanto en adultos, adolescentes y niños como en terapia de pareja. Me gusta estar actualizada de las terapias más novedosas, por lo que estoy en continua formación.

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